Las partículas de suciedad más ligeras (por ejemplo: polen) se quedan en la superficie del agua formando una capa flotante. El rebosadero permite la eliminación de esta capa cuando el depósito llega al límite de su capacidad.
La mejor opción para el jardín es el riego con agua de lluvia, agua natural libre de cal.
Para facilitar la sedimentación de las partículas de suciedad más finas (< 0.35 mm) en el fondo del depósito, el agua filtrada es conducida al interior mediante el tubo a la zapata de entrada tranquila. Esto evita el continuo arremolinamiento del agua y mejora la oxigenación en el fondo del depósito. Esto facilita la renovación continua del agua.
El depósito soterrado es la pieza central del sistema de recuperación de aguas pluviales. Dependiendo del tamaño y el emplazamiento del depósito, se puede elegir entre un depósito Carat clásico o el depósito Platin de poca profundidad. En cualquier de las opciones GRAF, de almacenamiento de agua de lluvia, se garantiza la calidad del agua.
Con la cubierta del depósito se completa el sistema de recuperación de agua de lluvia. Ésta permite adaptar el depósito a las condiciones del terreno porque se puede ajustar en altura e inclinación y sella el depósito al nivel del suelo. Dependiendo del tipo de instalación puede ser transitable por personas, coches o camiones.
La bomba sumergible con interruptor de presión integrado garantiza una presión constante del agua y se enciende y apaga automáticamente.
El agua de lluvia se conduce a los puntos de extracción a través de un tubo, permitiendo que el agua de lluvia pueda ser extraida en cualquier momento.
Para garantizar la calidad del agua recogida, es muy importante que antes de que se almacene en el depósito se limpie con un filtro. GRAF ofrece una gran cantidad de sistemas de filtración para las más diversas necesidades.